¿Qué es el efecto yo-yo?

El efecto yo-yo describe un aumento de peso rápido y no deseado después de una dieta de reducción. Con dietas repetidas, el peso corporal puede subir y bajar como un yo-yo, y el nuevo peso final suele ser superior al inicial.

La genética determina cómo reacciona el organismo a los distintos hábitos alimentarios y restricciones calóricas. Diferentes variaciones genéticas pueden influir en el metabolismo, la sensación de hambre, la saciedad, la absorción y el almacenamiento de grasas y desencadenar, influir o incluso intensificar el efecto yo-yo.

El efecto yo-yo puede reducirse o incluso evitarse mediante cambios sostenibles en la "Nutrición" y el estilo de vida. Según los estudios, el ejercicio regular es más importante que el cumplimiento de unas normas dietéticas estrictas. El efecto se explica por la pérdida inicialmente deseada de masa grasa. La reducción de la ingesta de alimentos combinada con el ejercicio regular moviliza inicialmente las reservas de energía en el tejido graso y muscular. Sin embargo, la falta de alimentos induce un programa de ahorro de energía en los músculos. Éste se mantiene incluso cuando se consumen más alimentos y favorece la reposición de las reservas de grasa agotadas. Una actividad deportiva específica durante esta fase puede evitar el efecto yo-yo.

Bueno saber

Para una pérdida de peso estable y a largo plazo, merece la pena buscar el apoyo profesional de un terapeuta nutricional formado. Una "Nutrición" adecuada a tu tipo de piel, combinada con un plan de entrenamiento personalizado, es la que mejores resultados acaba dando. Tenga en cuenta que factores como el estrés, el entorno social, la motivación, la resistencia, la calidad del sueño y el estilo de vida pueden influir en igual medida en el peso corporal.

Cómo evitar el efecto yo-yo

A menudo es posible evitar el efecto yo-yo con algunas medidas sencillas. En primer lugar, los cambios graduales en la dieta suelen ser más sostenibles que los recortes radicales. En segundo lugar, el ejercicio, el comportamiento alimentario y el estilo de vida son igualmente importantes para determinar si la pérdida de peso es duradera. En cuanto al comportamiento alimentario, la motivación para comer suele ser un factor de influencia decisivo: estrés, placer, saciedad, relajación...?

¿Qué tiene que ver la genética?