¿Cómo funciona el proceso de envejecimiento?
El envejecimiento es un proceso biológico preprogramado por nuestros genes. Podemos determinar hasta cierto punto si este proceso va más rápido o más lento.
El proceso de envejecimiento comienza en nuestras células. Cada célula contiene telómeros, pequeñas secciones en los extremos de los cromosomas. Con cada división celular que sufren las células de nuestro cuerpo, los telómeros se acortan un poco. Tras un cierto número de divisiones celulares, los telómeros se acortan tanto que ya no es posible ninguna división celular. La célula se vuelve inactiva y pasa al modo de reposo. Este proceso desempeña un papel importante en el proceso de envejecimiento, ya que las células de nuestro cuerpo se dividen cada vez menos con el paso del tiempo y son menos capaces de regenerarse.
Los componentes genéticos son un aspecto, nuestro estilo de vida, comportamiento y "Nutrición" son el otro. El proceso de envejecimiento en su conjunto y el envejecimiento de la piel en particular pueden verse influidos por diversas medidas. Entre ellas: - la exposición a los rayos UV - el tabaquismo - el ejercicio físico - el cuidado de la piel - Nutrición y un aporte adecuado de sustancias vitales

Bueno saber
Para proteger tu piel, te recomendamos una "Nutrición" rica en sustancias vitales, suficiente ejercicio, un estilo de vida saludable y evitar el estrés oxidativo. Puede hacerlo, por ejemplo, protegiendo su piel de la fuerte radiación UV y del humo del tabaco. Una "Nutrición" rica en antioxidantes (como fruta, verdura, etc.) puede ayudar a minimizar el estrés oxidativo y alejar los radicales libres.
El estrés oxidativo y el proceso de envejecimiento
En el organismo existe un equilibrio saludable entre los llamados radicales libres (moléculas altamente reactivas) y nuestros mecanismos de protección. Esto significa que nuestras células se enfrentan cada día a los radicales libres y nuestros mecanismos de defensa antioxidante se ven igualmente desafiados a diario. Si nuestros mecanismos de defensa son inferiores a los radicales libres, pueden producirse daños celulares. Dependiendo de la duración, hablamos de estrés oxidativo agudo o crónico, que se manifiesta, entre otras cosas, en un envejecimiento más rápido de la piel. Esto se manifiesta, por ejemplo, en: - trastornos de la pigmentación - arrugas - sequedad - Pérdida de elasticidad y otras alteraciones cutáneas