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Tipo nutricional

Tu tipo nutricional está significativamente influenciado por tu predisposición genética. Descubre cómo tus genes determinan si aprovechas mejor los hidratos de carbono, las proteínas o las grasas y descubre tu dieta ideal.

¿Qué tipo de nutrición es usted?

Todo el mundo tiene necesidades y preferencias alimentarias individuales. Los principales factores son la tolerancia, la predisposición genética, el estilo de vida, el estado de salud, la dieta personal, el entorno social y las preferencias personales. Desde el punto de vista genético, se pueden reconocer cuatro tipos: el tipo de hidratos de carbono, el tipo de proteínas, el tipo de grasas y el tipo mixto.

El tipo carbohidrato

El tipo carbohidrato puede metabolizar los carbohidratos más eficientemente y utilizarlos como su fuente preferida de energía. Las personas de este grupo suelen tener niveles de insulina más elevados y experimentan un subidón de energía tras las comidas ricas en carbohidratos, que pueden aprovechar provechosamente. Sin embargo, estos tipos son más susceptibles a las fluctuaciones de azúcar en sangre, lo que a su vez puede provocar antojos de comida. El tipo carbohidrato suele beneficiarse de una dieta equilibrada con una proporción adecuada de carbohidratos procedentes de verduras, productos integrales y fruta.

La dieta del tipo carbohidrato puede tener las siguientes características:

  • El contenido en hidratos de carbono es del 50-60% de la ingesta calórica diaria, favoreciendo los hidratos de carbono complejos procedentes de cereales integrales, verduras y frutas con bajo contenido en azúcar.
  • Las proteínas deben constituir el 20-30% de la ingesta calórica diaria. Las proteínas deben proceder de carnes magras, aves, pescado, huevos y legumbres (guisantes, lentejas, alubias, soja...).
  • Las grasas deben representar entre el 15 y el 20% de la ingesta calórica diaria. Éstas deben proceder de grasas saludables como el pescado o los aceites vegetales prensados en frío, los frutos secos, las semillas, las frutas oleaginosas o el aguacate.

El tipo proteínico

El tipo proteico puede metabolizar las proteínas de forma más eficiente. Las personas de este grupo se sienten saciadas durante más tiempo después de comidas ricas en proteínas y pueden desarrollar masa muscular más fácilmente. Consumir demasiados hidratos de carbono, por el contrario, es estresante y tiende a cansar y aletargar al tipo proteico. Una dieta con pocos hidratos de carbono y más fuentes de proteínas vegetales y animales, como carne magra, pescado, huevos, productos lácteos magros, legumbres y frutos secos, es ideal para el tipo proteico.

La dieta del tipo proteico puede tener las siguientes características:

  • El contenido en hidratos de carbono es del 40-45% de la ingesta calórica diaria, favoreciendo los hidratos de carbono complejos procedentes de cereales integrales, verduras y fruta con bajo contenido en azúcar.
  • Las proteínas deben constituir el 20-30% de la ingesta calórica diaria. Las proteínas deben proceder de carnes magras, aves, pescado, huevos y legumbres (guisantes, lentejas, alubias, soja...).
  • Las grasas deben constituir entre el 20 y el 30% de la ingesta calórica diaria. Éstas deben proceder de grasas saludables como el pescado o los aceites vegetales prensados en frío, los frutos secos, las semillas, las frutas oleaginosas o el aguacate.

La dieta del tipo hidratos de carbono y proteínas puede tener las siguientes características:

  • El contenido en hidratos de carbono es del 40-50% de la ingesta calórica diaria, favoreciendo los hidratos de carbono complejos procedentes de cereales integrales, verduras y frutas con bajo contenido en azúcar.
  • Las proteínas deben constituir el 20-30% de la ingesta calórica diaria. Las proteínas deben proceder de carnes magras, aves, pescado, huevos y legumbres (guisantes, lentejas, alubias, soja...).
  • Las grasas deben constituir entre el 20 y el 30% de la ingesta calórica diaria. Éstas deben proceder de grasas saludables como el pescado o los aceites vegetales prensados en frío, los frutos secos, las semillas, las frutas oleaginosas o el aguacate.

El tipo de grasa

El tipo graso puede procesar mejor las grasas y utilizarlas como fuente de energía. Este tipo se siente agradablemente lleno después de comidas ricas en grasas y, a su vez, aumenta de peso más fácilmente si hay demasiados hidratos de carbono. Las grasas saludables como el aguacate, los frutos secos, las semillas, los aceites prensados en frío y el pescado azul son una buena base nutricional para el tipo graso.

La dieta del tipo grasa y proteína puede tener las siguientes características:

  • El contenido en hidratos de carbono es del 35-40% de la ingesta calórica diaria, favoreciendo los hidratos de carbono complejos procedentes de cereales integrales, verduras y frutas con bajo contenido en azúcar.
  • Las proteínas deben constituir el 20-30% de la ingesta calórica diaria. Las proteínas deben proceder de carnes magras, aves, pescado, huevos y legumbres (guisantes, lentejas, alubias, soja...).
  • Las grasas deben representar entre el 25 y el 35% de la ingesta calórica diaria. Éstas deben proceder de grasas saludables como el pescado o los aceites vegetales prensados en frío, los frutos secos, las semillas, las frutas oleaginosas o el aguacate.

El tipo mixto

La mayoría de las personas tienen características de varios tipos. Los tipos mixtos pueden beneficiarse de una dieta variada que contenga todos los macronutrientes en proporciones equilibradas.

La dieta del tipo mixto puede tener las siguientes características:

  • La proporción de hidratos de carbono es del 50-60% de la ingesta calórica diaria, favoreciendo los hidratos de carbono complejos procedentes de cereales integrales, verduras y frutas con bajo contenido en azúcar.
  • La proporción de grasas es del 20-30% de la ingesta calórica diaria. Éstas deben proceder de grasas saludables como el pescado o los aceites vegetales prensados en frío, los frutos secos, las semillas, las frutas oleaginosas o el aguacate.
  • Las proteínas deben constituir el 15-20% de la ingesta calórica diaria. Deben proceder de fuentes como la carne magra, las aves de corral, el pescado, los huevos y fuentes de proteínas vegetales como las legumbres (guisantes, lentejas, alubias, soja...).

Recomendaciones generales

  • Fibra: Los alimentos ricos en fibra, como los productos integrales, las legumbres, el salvado, la cáscara de psilio o las semillas de lino, ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en sangre y a entrenar el comportamiento saciante del hambre.
  • Líquidos: Asegúrese de beber suficientes líquidos en forma de agua, agua mineral, té sin azúcar y zumos muy diluidos.
  • Variación: Recomendamos una dieta variada para garantizar una ingesta equilibrada de nutrientes.
  • Una consulta individual con un experto en nutrición puede ayudarle a desarrollar una estrategia nutricional personalizada.

Bueno saber

La clasificación en tipos nutricionales puede ser útil, pero no excluye solapamientos entre los distintos tipos. En general, una dieta equilibrada que incluya todos los macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas), pero en proporciones ligeramente variables, es la más adecuada para que la mayoría de las personas optimicen su salud y bienestar. Aunque la genética desempeña sin duda un papel importante en la metabolización de los macronutrientes, sólo puede ser una parte del conjunto. El estilo de vida, el ejercicio, el estrés, la calidad del sueño, el entorno social, la dieta y muchos otros factores son igual de importantes.

¿Su tipo de nutrición y su tipo de dieta son contradictorios?

Puede resultar confuso si su tipo de nutrición (proteínas/carbohidratos/grasas/tipo mixto) y su tipo de dieta (alta en proteínas/alta en carbohidratos, baja en grasas) parecen dar resultados contradictorios. Es importante recordar que una dieta debe aportar menos calorías de las necesarias (hipocalórica) y que tanto las proteínas como los carbohidratos tienen una cantidad limitada. Un alto contenido en proteínas y carbohidratos puede malinterpretarse a menudo en este sentido. Nuestro consejo: en caso de duda, es preferible una dieta baja en carbohidratos (menos hidratos de carbono) a una dieta reducida en calorías. Para crear un plan de nutrición individualizado, recomendamos consultar a un nutricionista, dietista o entrenador de salud.

Nutrición

La compatibilidad es crucial

A la hora de clasificar los tipos nutricionales, el bienestar personal tras las comidas o después de consumir determinados alimentos siempre debe ocupar un lugar central. Por el contrario, el análisis genético puede ayudarle a encontrar una dieta que no sólo tolere bien, sino que también favorezca su bienestar y le permita rendir al máximo.

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